EL CORAJE DE MISS REDFIELD

En la década de los 60 llega a España Elsa Redfield para trabajar como nanny en la casa de los Peñalara, una familia aristocrática de la época.Miss Redfield se sorprende con el carácter de los españoles, tan diferente al británico. Elsa llega con el encargo de entregarle un anillo a su amiga Miss Hibs, poco a poco irá descubriendo el secreto de la joya y el suyo propio, pues conocerá aspectos de ella misma que desconocía.

Miss Redfield es una mujer estricta, ordenada y nanny por vocación, por lo tanto debe renunciar a tener su propia vida y dedicarse, casi exclusivamente, al cuidado del niño del que se hace cargo.
Elsa, en cambio, tiene ganas de vivir, de sentir y de librarse de su parte más conservadora.
De esta forma, nuestra protagonista se enfrenta a sí misma ante las decisiones que tiene que tomar. Por una parte está todo lo aprendido en Norland, la escuela de nannies y, por otro, sus propios sentimientos, sus ganas de tener vida y familia propia.

No he llegado a conectar del todo con la protagonista, precisamente por ese carácter tan hermético y conservador que tienen las nannies. En cambio otros personajes de la novela si que me han cautivado (particularmente Lily, una señora de lo más entrañable y carismático).

La primera parte de la novela (un 40% según mi kindle) se me ha hecho pesada, no ocurre prácticamente nada, se limita a expliocarnos cómo eran la vida de estas niñeras en las casas españolas de clase alta, una vida muy estricta y aburrida, casi podemos decir que carecen de vida propia.
 Ya en la segunda parte del libro la cosa cambia bastante, se empieza a despejar el misterio del anillo y comienza una historia de amor, con los correspondientes tiras y aflojas entre Elsa y Miss Redfield (sentimientos vs obligación).

¿Y dónde está el coraje de Miss Redfield? Pues en el último capítulo. El final del libro es totalmente adecuado al carácter de nuestra protagonista, no me ha entusiasmado, pero es lo más creíble que podía haber sucedido.

Lo mejor: Doña Lily y Alejo. Pese a ser personajes secundarios, me resultan mucho más interesantes que Miss Redfield. Son más humanos, con sus virtudes y sus defectos.

Lo peor: Nuestra protagonista es un poco sosa, aunque poco a poco se va soltando la melena.

A pesar de mi opinión sobre la protagonista del libro, recomiendo su lectura, está muy bien escrito y entretiene.

Vamos con la puntuación, en una escala de 1 a 10, lo valoro con un 7´5