Rebeca ha vivido una vida solitaria desde que sufrió un último desengaño. La irrupción de Pizza, una encantadora perrita que se encuentra sola y abandonada, dará un giro a su vida inesperado. Pizza, una cazadora de piel y una niña encantadora, se encargarán de que el destino de Rebeca cambie ra-dicalmente. Cuando conozca al sexy y archiconocido piloto de moto GP Paul Stone perderá el miedo a vivir que le impedía tomar las riendas de su vida.
La verdad es que conforme iba leyendo se me parecía mucho a la anterior novela que lei de Megan Maxwell, Las ranas también se enamoran. La forma de conocer al chico, lo maravillosamente sexy y triunfador que es ...
Se nota que fue la primera novela de la autora, le falta algo, de hecho, el título es apropiado, es casi una novela, pero creo que a la trama le faltaba algo. Se podía haber explotado mejor, porque la verdad es un tema interesante pero se queda prácticamente en segundo plano.
Vamos ahora con los personajes.
Rebeca, nuestra protagonista. Es una abogada lista y triunfadora. Pero a mi no me ha convencido, tiene unas reacciones desmesuradas y sin sentido.
Paul. El piloto de GP, guapo, atento, sexy, bueno en la cama ... Esto es quizás lo que menos me ha gustado de la novela, estoy harata de que nos vendan a hombres perfectos como si te los encontrases en cada esquina, algún defecto debe tener, digo yo.
Pizza. Mi favorita. Es la adorable perrita que Rebeca encuentra en la calle al inicio de la novela y que se convierte en su mejor aliada.
Lorena. La hija de Paul. También me ha conquistado la niñita, muy simpática y siempre colaborando a que la relación entre Rebeca y Paul siga adelante.
Bueno, en general, es una lectura agradable, es cortita, se lee bien, pero no es un libro que te enganche ni mucho menos, al menos ha sido esa mi experiencia. Os lo recomiendo si tenéis tiempo libre y ningún otro libro a la vista. Lo puntuaré con un 6.5
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