En esta ocasión, el libro se centra en Helen, la pequeña de las hermanas Walsh, a la que hemos conocido como secundaria en las novelas dedicadas a sus hermanas. Helen es la más rarita de sus hermanas, la más alocada y, precisamente por eso, tenía tantas ganas de conocerla.
Helen es detective privado, tenía su propio negocio hasta que por culpa de la crisis ha perdido su piso y tiene que regresar a casa de sus padres. Por si fuera poco, Jay Parker (su exnovio) ha regresado a su vida con una misión para ella, encontrar a un integrante de la banda Laddz, recientemente desaparecido. Helen acepta el caso para tener algo en lo que pensar, algo que ocupe su tiempo, ya que pasa por una profunda depresión. La depresión hará de telón de fondo en la historia, donde se mezclan la acción actual con diferentes episodios de la vida de Helen, que nos harán ver cómo ha llegado a esta situación nuestra protagonista. A pesar de que el libro está clasificado como chiklit tiene pasajes realmente duros, ya que la depresión es una enfermedad muy seria y por la que la autora del libro ha pasado, y eso se nota. No encontraremos aquí las dosis de humor que nos ha brindado en otras novelas, el tema de la depresión se trata con crudeza y realismo, pero no podemos olvidarnos de que la Keyes siempre nos ofrecerá un toque refrescante, así que la lectura se hace entretenida a pesar de la crudeza de la temática.
La verdad es que me ha gustado muchísimo, Helen me ha encantado y, después de ver retazos de ella en otras obras conocerla más en profundidad ha sido muy interesante.
Os lo recomiendo pero no esperéis chiklit, porque no es el típico libro piscinero que se lee casi sin pensar.
A este libro de la reina del chiklit voy a puntuarlo con un 9
PD por cierto, me encantó el final.
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